Beatriz, conocida como Santa Beatriz, mártir cristiana.

 

Era la hermana de los también santos mártires Simplicio y Faustino, cuyos cuerpos fueron arrojados al río Tíber.

 

Beatriz recuperó y enterró cristianamente sus cuerpos. Fue denunciada por sus creencias cristianas por un pariente, llamado Lucrecio, que aspiraba a su herencia, y que, por lo tanto, deseaba su muerte, la quiso obligar a ofrecer incienso a falsos ídolos, Beatriz resistió y siempre se confesó cristiana y dijo que jamás rendiría cultos a aquellos ídolos solo a su Dios.

 

Por ello, fue encarcelada y estrangulada en la misma cárcel, la fiel compañera de Beatriz, Luciana; recogió los restos de Beatriz y les dio cristiana sepultura junto a la tumba de sus hermanos en el camino real que guía a Porto en un cementerio llamado AD URMU PIELATUM.

Su pariente Lucrecio se apodero así de los bienes de Beatriz, pero por obra de Dios nunca pudo disfrutar de la herencia de Beatriz, Un día celebrando un banquete Lucrecio y sus amigos, entro al local una mujer con un niño en brazos, esta dirigiéndose a Lucrecio le dijo: Oye Lucrecio, diste muerte a Beatriz y le usurpaste su heredad, pues por eso Dios te condena a que el demonio entre en tu cuerpo y por espacio de tres horas seas cruelmente atormentado, y al final seas ahogado y tu alma sea precipitada al infierno; todo esto se cumplió y Lucrecio murió.

 

ahora los cuerpos de Beatriz, junto con los de sus hermanos Simplicio y Faustino, reposa en la Basílica de Santa María la Mayor.

 

Su fiesta se celebra el 29 de julio.