top of page

ACTITUD DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS HACIA LA MADRE DE DIOS

Su imagen y su nombre: Representaciones de su imagen Ninguna pintura ha conservado para nosotros el verdadero aspecto de María. Las representaciones bizantinas, de las cuales se dice que fueron pintadas por San Lucas, pertenecen ya al siglo VI, y reproducen una imagen convencional. Existen veintisiete copias, de las cuales diez se encuentran en Roma [140]. Incluso San Agustín expresa la opinión de que la apariencia externa real de María es desconocida para nosotros, y que a este respecto no conocemos ni creemos nada [141]. La pintura más antigua de María es la hallada en el cementerio de Priscila; representa a la Virgen como si fuera a amamantar al Niño Jesús, y cerca de ella está la imagen de un profeta, Isaías o quizás Miqueas. El cuadro pertenece a principios del siglo II, y resiste favorablemente la comparación con las obras de arte encontradas en Pompeya. Del siglo III poseemos pinturas de Nuestra Señora presente durante la adoración de los Reyes Magos; se encuentran en los cementerios de Domitila y Calixto. Los cuadros pertenecientes al siglo IV se encuentran en los cementerios de San Pedro y Marcelino; en uno de éstos ella aparece con la cabeza descubierta, en otro con los brazos medio extendidos como en actitud de súplica, y con el Niño de pie frente a ella. En las tumbas de los primeros cristianos, los santos figuraban como intercesores por sus almas, y entre estos santos, María ocupó siempre un lugar de honor. Además de las pinturas en las paredes y sarcófagos, las catacumbas proporcionan asimismo cuadros de María pintados sobre discos de vidrio dorado sellados mediante otro disco de vidrio soldado al anterior [142]. Estas pinturas pertenecen generalmente a los siglos III o IV, y frecuentemente van acompañadas de la leyenda MARIA o MARA. Uso de su nombre: Hacia fines del siglo IV el nombre de María se había vuelto muy frecuente entre los cristianos; esto muestra otra señal de la veneración que sentían por la Madre de Dios [143]. Conclusión: Nadie puede sospechar de idolatría entre los primeros cristianos, como si hubieran rendido culto supremo a los cuadros de María o a su nombre; sin embargo, ¿cómo podemos explicar los fenómenos enumerados, a menos que supongamos que los primeros cristianos veneraron a María de una forma especial? [144] Tampoco puede afirmarse que esta veneración sea una corrupción introducida posteriormente. Se ha comprobado que las pinturas más antiguas datan de principios del siglo II, de forma que ello prueba que durante los primeros cincuenta años después de la muerte de San Juan la veneración de María había prosperado en la Iglesia de Roma. Primeros escritos En cuanto a la actitud de las Iglesias de Asia Menor y de Lyon podemos recurrir a las palabras de San Ireneo, un alumno de San Policarpo, [145] discípulo de San Juan; él llama a María nuestra más eminente abogada. San Ignacio de Antioquía, parte de cuya vida transcurrió en tiempos apostólicos, escribió a los efesios (c. 18-19) en forma tal que relacionaba más íntimamente los misterios de la vida de Nuestro Señor con los de la Virgen María. Por ejemplo, la virginidad de María y su parto son enumerados con la muerte de Cristo, como constituyentes de tres misterios desconocidos para el diablo. El autor sub-apostólico de la Carta a Diogneto, cuando escribe sobre los misterios cristianos a un pagano que pregunta, describe a María como la más grande antítesis de Eva, y esta idea de Nuestra Señora aparece repetidamente en otros escritores incluso antes del Concilio de Éfeso. Hemos llamado la atención varias veces sobre las palabras de San Justino y Tertuliano, los cuales escribieron ambos antes de finales del siglo II. Dado que es aceptado que las alabanzas de María crecen conforme crece la comunidad cristiana, podemos concluir en resumen que la veneración y la devoción a María comenzaron incluso en tiempos de los Apóstoles.

 

Conociendo a nuestra Madre: la Virgen Maria

Devociones marianas

Inmaculado Corazón de María

Virgen del Carmen

Virgen de Fátima

Nuestra Señora de Guadalupe

Nuestra Señora de Lourdes

María Auxiliadora

 

Dogmas marianos

Maternidad Divina

Perpetua Virginidad

Inmaculada Concepción

Asunción

 

Fiestas marianas

Inmaculada Concepción

Natividad

Anunciación

Visitación

Asunción Santa María, Madre de Dios

Advocaciones Marianas en América Latina

· Argentina: Nuestra Señora de Luján

· Bolivia: Nuestra Señora de Copacabana

· Brasil: Nuestra Señora de Aparecida

· Chile: Virgen del Carmen de Maipú

· Colombia: Nuestra Señora de Chiquinquirá

· Costa Rica: Nuestra Señora de los Ángeles

· Cuba: Virgen de la Caridad del Cobre

· Ecuador: Nuestra Señora del Quinche

· El Salvador: Nuestra Señora de la Paz

· Guatemala: Nuestra Señora del Rosario

· Honduras: Virgen de Suyapa

· México: Nuestra Señora de Guadalupe

· Nicaragua: Nuestra Señora de "El Viejo"

· Nicaragua: Inmaculada Concepción de María

· Paraguay: Nuestra Señora de Caacupé

· Perú: Nuestra Señora de la Evangelización

· Puerto Rico: Nuestra Señora de la Divina Providencia

· República Dominicana: Nuestra Señora de las Mercedes

· Uruguay: Virgen de los Treinta y tres· Venezuela: Nuestra Señora de Coromoto

Oraciones basicas marianas

Ave María

Acto de Consagración

Ángelus

La Salve

Alégrate María

Reina del Cielo

Oración del "Fiat"

El Rosario

bottom of page